LA INFLACIÓN Y LOS SALARIOS

Todos conocemos, por sus efectos que, en nuestro país, se está desarrollando una crisis económica, política y social. Por tener cada uno de estos temas diversas formas de interpretación, de acuerdo a los intereses de la clase social que los efectúa, vamos a empezar exponiendo lo que es la inflación en la economía y cuál es el efecto de ésta sobre los salarios.

¿Qué es la inflación, en materia económica?

La inflación constituye el incremento de los precios de todos los productos en un mercado determinado. En nuestro caso, en el mercado peruano. Tiene por objeto disminuir el consumo de la población de un mercado determinado.

En el sistema capitalista de producción, la fuerza de trabajo está considerada también como una mercancía y, como veremos más adelante, las autoridades económicas que regulan la economía, en un proceso inflacionario no está incluido el incremento del salario, de la remuneración; cuyo valor ha disminuido como consecuencia del alza del precio de las mercancías que el trabajador y su familia necesitan para su sustento.

De conformidad con lo dispuesto en el segundo párrafo del Art. 84° de la Constitución Política del Perú el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) tiene como finalidad “… preservar la estabilidad monetaria…”, y tiene como funciones “… regular la moneda y el crédito del sistema financiero, administrar las reservas internacionales a su cargo, y las demás funciones que señala su ley orgánica.” Lo que se debe de interpretar en el sentido que el BCRP está obligado a defender la moneda nacional e impedir que esta se devalúe y pierda su poder adquisitivo, salvo por razones estrictamente originadas en la economía nacional. En otras palabras, impedir que la economía nacional caiga en la inflación, salvo una crisis económica originada en nuestro país, propia del sistema de producción capitalista dentro de cual nos encontramos.

Sin embargo, observamos que la crisis económica en la que nuestro país se encuentra sumergido en este período histórico se ha originado, fundamentalmente, como consecuencia de la que se ha desarrollado en el mercado norteamericano debido a las emisiones inorgánicas de su moneda (el dólar), a la producción de armamento para la guerra cuyo mercado se encuentra restringido a los conflictos desarrollados por el imperialismo, al hecho que su producción industrial ha migrado a países con mano de obra barata y poco o ningún impuesto para el Estado dentro del cual se han asentado, y a la importación de bienes de consumo para su población.

En consecuencia, el gobierno norteamericano requiere que el consumo de su población disminuya hasta que las causas de su crisis se atenúen. Por tanto, a través de la FED (El Banco Central USA) impone un proceso inflacionario para su mercado, incrementando las tasas de interés al capital que los bancos otorgan como créditos a sus empresarios; sin embargo, este proceso inflacionario afecta directamente a nuestro país y a todos los mercados del mundo, debido a que el dólar es la moneda que se utiliza a nivel internacional para realizar las transacciones mercantiles de importación y exportación de productos.

Frente a una situación de esta naturaleza el BCRP, presidido por el Sr. Julio Velarde, por mandato del ya citado segundo párrafo del Art. 84° de la Constitución Política del Perú, debió de defender nuestra moneda impidiendo su devaluación y manteniendo su poder adquisitivo dentro de nuestro mercado. Pero el Sr. Velarde no ha cumplido con el mandato constitucional: por cada acto inflacionario efectuado por la FED en el mercado norteamericano incrementando su tasa de interés al capital, el BCRP ha efectuado un acto inflacionario en nuestro mercado incrementando la tasa de interés al capital y devaluando nuestra moneda; lo que constituye una violación de nuestra soberanía nacional, hecho que no se puede permitir.

La consecuencia inmediata ha sido el alza de los precios a todos los productos, en particular a los de primera necesidad, y disminuyendo el poder adquisitivo de la moneda nacional.

En otras palabras, la devaluación de la moneda nacional ha constituido, en los hechos, una disminución de los salarios, aun cuando el trabajador continúe percibiendo la misma suma de dinero por la venta de su fuerza de trabajo; pues con esa misma suma de dinero ya no puede adquirir la misma cantidad de alimentos que podía adquirir antes de la devaluación de la moneda, como consecuencia de proceso inflacionario impuesto por las autoridades económicas nacionales con el aval del Sr. Julio Velarde.

Debemos entender que el proceso inflacionario norteamericano no ha concluido. Que la FED continuará incrementando las tasas de interés en ese mercado. En consecuencia, el Sr. Julio Velarde continuara incrementando la tasa de interés al capital en nuestro país haciendo que la inflación continúe incrementándose y la devaluación de moneda continúe disminuyendo el poder adquisitivo de los salarios.

Frente a una situación de esta naturaleza, las organizaciones de los trabajadores debemos de tomar decisiones que tengan por objeto impedir que los salarios sigan perdiendo capacidad adquisitiva.

Una situación de esta naturaleza ya la vivimos en la década del 80 del Siglo pasado, durante el gobierno de Alan García y del APRA.

En ese período histórico los incrementos de los salarios se indexaron al proceso inflacionario y se introdujo a la negociación colectiva por empresas, en el punto de incremento salarial, aparte de un incremento anual, incrementos periódicos en el transcurso del año de acuerdo al porcentaje de la inflación. En consecuencia, de acuerdo a los períodos pactados, la empresa y el sindicato se reunían en forma bimestral, trimestral, cuatrimestral o semestral para acordar el porcentaje de incremento salarial de acuerdo al incremento de la inflación.

Debemos de entender que el proceso inflacionario, la devaluación de la moneda, beneficia de alguna manera a las empresas, en particular a las transnacionales. Y de otro lado que constituye una reducción del salario.

Debemos de entender que la reducción del salario, impuesto por un proceso inflacionario, que tiene su origen en decisiones de la FED norteamericana y que tiene por objeto enriquecer a las empresas transnacionales, integrantes del mercado imperialista, constituye un saqueo de nuestras naciones, pero particularmente de la clase obrera en particular y de los trabajadores en general.

¡CONTRA LA INFLACIÓN Y LA DEVALUACIÓN DE LA MONEDA!
¡POR LA INDEXACIÓN DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA!
¡EN DEFENSA DE LA SOBERANIA NACIONAL!

Por: Gerónimo López Sevillano
Secretario General de la CGTP