¡Nuestra voz en alto, en defensa de la clase trabajadora!
Las recientes declaraciones de los ministros de Economía y Trabajo ante la evidente recesión económica son una afrenta a la clase trabajadora de nuestro país, sobre todo cuando se refieren a medidas para salvar a los trabajadores y al pueblo de los efectos de la crisis. Pretenden mantener los bajos salarios, alegando falsamente que incrementar la remuneración mínima vital perjudicaría la economía en recesión.
La remuneración mínima vital es un derecho consagrado en nuestra Constitución. Pero los poderosos la han convertido en letra muerta, en un salario de miseria que no alcanza para vivir con dignidad. ¿Cómo sobrevivir con salarios precarios? ¿Cómo alimentar a nuestras familias? ¿Cómo educar a nuestros hijos? Es inmoral e injusto.
El argumento de que subir salarios empeora la recesión carece de fundamento. Al contrario, incrementar el poder adquisitivo del pueblo incentiva el consumo interno y reactiva la economía. Si tuviéramos más dinero, compraríamos más comida, más ropa, más artículos para el hogar. Así se impulsa la generación de empleo. Pero claro, esto no le conviene a la rapaz élite empresarial que explota nuestra fuerza de trabajo.
En medio de esta crisis, los trabajadores no debemos caer en el conformismo ni la resignación. Es prudente y vital organizarnos para defender nuestros derechos e intereses. La historia demuestra que solo la lucha y la movilización social arrancan conquistas a quienes controlan el país. ¿Acaso nos regalaron las 8 horas, las vacaciones, la CTS? No, las obtuvimos a pulso, en las calles. Hoy nos toca pelear por un salario digno, frente a la crisis.
Exijamos la aplicación ya del mecanismo técnico para revisar anualmente la remuneración mínima acordado en el 2007. Basta de dilaciones y excusas. Es nuestro derecho y está plasmado en leyes y convenios internacionales suscritos por el Perú. Si el ministro de Trabajo no cumple con institucionalizarlo, deberá asumir su responsabilidad y dimitir.
En todo el territorio nacional, quienes generamos las riquezas con nuestro trabajo, debemos mantenernos movilizados hasta que el gobierno entienda que sin nosotros no produce, no distribuye, no transporta, no cosecha. Somos la columna vertebral de esta nación y sin nuestro sudor y esfuerzo se derrumba.
Luchemos hombro con hombro, codo a codo, gritando al unísono nuestra demanda de salarios justos, ahora. Porque solo la unión hace la fuerza y juntos venceremos. Alcemos las banderas de la dignidad para la clase trabajadora, hasta verlas flamear victoriosas. La historia y nuestros hijos nos juzgarán. ¡Adelante compañeros!
GERÓNIMO LÓPEZ
Secretario general de la CGTP