Intervención del presidente de la CGTP, Luis Villanueva Carbajal, delegado del sector de los trabajadores en la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo – CIT 2024
“Hacia un contrato social renovado”
Sobre el Informe del director general. El tema es crucial en la justicia social y el papel determinante de los contratos sociales para lograr un equilibrio entre responsabilidades individuales y colectivas.
El informe precisa que los desequilibrios de poder y los intereses divergentes pueden complicar los esfuerzos por equilibrar los distintos elementos que conforman el contrato social; hecho que confiere especial importancia a la noción, consagrada en la Declaración de Filadelfia de 1944, “de que la pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos”.
Estamos de acuerdo en renovar el contrato social para que refleje la comprensión del modo en que se atenderán nuestras necesidades conforme transcurre la vida, desde el acceso a servicios básicos hasta oportunidades de empleo y protección social.
El informe indica: “en el 2023, cerca de 700 millones de personas en todo el mundo subsistían por debajo del umbral internacional de pobreza extrema, mientras que casi el 7% de los trabajadores del mundo vivía en una situación de pobreza extrema”.
En mi país, la pobreza alcanza a 9 millones 780 mil personas, afectando al 29% de la población, mientras que la pobreza extrema llega a un 5,7%, afectando a 1 millón 922 mil personas.
El acceso al paquete integrado de servicios básicos que incluye agua, saneamiento, electricidad, no se encuentra disponible para el 83,5% de la población de los departamentos de Puno, Ucayali, Loreto y Huancavelica; producto de una política económica neoliberal aplicada por un gobierno sin apoyo social y cuestionado por la muerte de cerca de 70 personas. A ello se suma, que el Gobierno no aplica condiciones adecuadas para el diálogo social entre los interlocutores del mundo del trabajo.
Acerca de los contratos sociales bajo presión, estamos de acuerdo que cuando no logra proteger los derechos o no ofrece perspectivas de una vida mejor, erosiona la confianza en el compromiso cívico, infunde apatía con respecto de las instituciones y socava la confianza en la justicia. En el peor de los casos, provoca inestabilidad social y desemboca en conflictos violentos. Es lo que está sucediendo con las agresiones a los trabajadores y a la población en general, en situación de pobreza, negándose el incremento de la Remuneración mínima y pensiones, y a quienes se les vulnera el derecho a la libertad sindical y a la negociación colectiva.
El informe aporta que la renovación podría llevarse a cabo en tres etapas: en primer lugar, examinar el rigor con que cumplimos nuestras responsabilidades en virtud del contrato social actual; luego, determinar las dificultades que no pueden resolverse y las expectativas que no pueden cumplirse con el contrato actual, y, por último, ampliar su alcance para tener en cuenta los cambios a nivel tecnológico, climático y demográfico.
Efectivamente, primero es vital la revisión del cumplimiento de las normas de la OIT, y sobre esta base, buscar la renovación del contrato social, dado que las normas de la OIT constituyen el marco de la justicia social.
Revitalizar el tripartismo y el diálogo social basados en la libertad de asociación y sindical, generando confianza como elemento principal para avanzar, en forma conjunta, trabajadores, empleadores y Gobierno. Por ello, conscientes que la OIT juega un papel determinante en la formulación y renovación del contrato social, se debería fortalecer los órganos de control y la asistencia técnica.
Señor Director, digna asamblea, los trabajadores peruanos tenemos voluntad de diálogo constructivo, así se demuestra en la negociación bipartita en el sector construcción.
Reafirmamos nuestra disposición de participar activamente en la renovación del contrato social, anhelamos justicia social en nuestro país, bajo los principios y objetivos de la OIT, con valores democráticos que nos califican y respaldan.
Muchas gracias.