Terminó sin pena ni gloria la Cumbre de las Américas en Lima. La reunión de los presidentes pasará al recuerdo como la cita con ausencias significativas y acuerdos sin ningún efecto práctico. Los acuerdos sobre corrupción terminarán siendo letra muerta en los documentos oficiales. Por su parte, EE.UU. consideró menos importante la reunión que embarcarse en una nueva aventura de agresión imperialista contra Siria, que todos los trabajadores rechazamos.
Para el Gobierno peruano, la Cumbre fue un respiro que le ha permitido consolidar la actual tregua política. Diversos analistas señalan que la crisis política está resuelta y que la tregua que le ha dado el fujimorismo y el resto de la oposición puede durar hasta el fin del mandato. Pero prescinden de la economía y cómo afecta a la gente.
Un reciente informe del INEI señala la evolución que viene teniendo el mercado laboral y hay dos problemas que deben considerarse.
En primer lugar: tenemos la caída de los empleos formales y el crecimiento del empleo informal; es decir, empleo en condiciones precarias, con menor remuneración y sin seguridad social. Según el instituto oficial se trata de aproximadamente 78 mil personas que han pasado a engrosar las filas del empleo informal solamente en la ciudad de Lima. Este cambio tiene un impacto en sus familias y en la actividad económica de la capital, pues se trata de personas que ven reducidos sus ingresos e incrementada la incertidumbre sobre su futuro.
En segundo lugar: el mismo informe señala que la tasa de desempleo ha crecido en Lima. Así, se registra un incremento de 8.1% durante el primer trimestre con respecto al mismo periodo del año pasado. La cifra es significativa porque es la más alta desde 2012 y significa que a la fecha 420,000 personas principalmente jóvenes están buscando trabajo.
Estos problemas son el resultado de las políticas neoliberales que venimos denunciando desde el movimiento sindical. Por eso, el Gobierno no debe creer que bastaba un cambio de rostros para resolver la crisis actual. Se necesitan cambios reales o los problemas sociales se intensificarán con más fuerza.