GUERRA ECONÓMICA DE LOS EMPRESARIOS AL PERÚ, PARA VACAR A PEDRO CASTILLO, MEDIANTE LA ESPECULACIÓN, DESABASTECIMIENTO, INCREMENTO DE PRECIOS Y CAOS SOCIAL

Por Gerónimo López Sevillano, SG CGTP.

Un sector mayoritario del empresariado Peruano, enquistados en la CONFIEP, que controla el sistema económico financiero, apoyados por el congreso de la República le han declarado la guerra económica al País, en forma coordinada con el Congreso de la República, debilitar el gobierno, con la finalidad de vacar al Presidente Constitucional de la República, Pedro Castillo, para lo cual están generando una inflación artificial (Incremento de los alimentos de primera necesidad, arroz, aceite, fideos, harinas, pollo, gas, etc.), especulación (incremento del dólar, precios de los alimentos, bienes, combustibles) para afectar directamente la economía de los pobres, por haber elegido al profesor Pedro Castillo, agravándose la actuación de los empresarios aglutinados en la CONFIEP, quienes vienen financiando la Huelga de los Camioneras y transportistas y estén paralizando las actividades mineras.

El incremento del tipo de cambio del dólar como consecuencia de haber ganado en la primera vuelta del proceso electoral el Candidato Pedro Castillo, generó que los empresarios iniciaran la especulación mediante el incremento del valor del dólar frente al sol (Mayo 2021: S/3.775 por cada dólar)  y su valor continuo incrementándose en el mes de Julio 2021 (S/3.942 por cada dólar) con la finalidad de desanimar a los votantes para que no voten por Pedro Castillo y continuo incrementándose aún más, una vez elegido como Presidente Constitucional (Setiembre 2021: S/4.108 por cada dólar), ante ello la derecha en la cabeza del jefe del partido político Renovación Popular, Rafael López Aliaga, al hoy reconfirmado Presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) Julio Velarde le sugería: “que debió dejar flotar el tipo de cambio en 6 soles para que la gente pobre sienta.” (27 de junio 2021).

El artículo 84° de la Constitución Política del Perú, establece como finalidad del Banco Central de Reserva del Perú, preservar la estabilidad monetaria y sus funciones son: regular la moneda y el crédito del sistema financiero, administrar las reservas internacionales a su cargo, y las demás funciones que señala su ley orgánica, acción que los integrantes del BCRP, no lo han ejecutado por intereses políticas principalmente por parte de Julio Velarde Flores (Presidente)reconfirmado en el puesto permite que el dólar se incremente cada vez que Pedro Castillo o algunos de sus Ministros manifiestan que se va a negociar el contrato de Gas de Camisea, o se modifique la Constitución mediante una asamblea constituyente.

En incremento del tipo de cambio viene generando, alzas del precio de los alimentos, del gas, combustible, agua, la energía eléctrica, golpeando directamente el bolsillo a la clase obrera, a todos los trabajadores en general –formales o informales-, al ciudadano de a pie; y en sentido contrario el salario, de los trabajadores se mantienen congelado enriqueciendo cada día más los empresarios que controlan el mercado y empobrece más el pueblo.

Al iniciarse este gobierno, el Ministro de Economía, Pedro Francke y el mismo Presidente de la República, Pedro Castillo, frente a la presión de la CONFIEP, la Sociedad Nacional de Industrias, la Sociedad Nacional de Minería, la Cámara de Comercio de Lima y demás gremios empresariales, se comprometieron que no habría control de precios ni de mercados; que el libre mercado sería el que regularía los precios. Hoy sabemos que el mercado no es libre, que lo controlan los bancos y las grandes empresas como Alicorp, las distribuidoras del combustible, etc.; quienes generan el alza de precios de los bienes de primera necesidad, combustible, la energía eléctrica, el gas y tiene por objeto obligar a la ciudadanía a levantar, con toda razón, su voz contra el gobierno, acumulando fuerza para el golpe de estado que organizan.

En el caso de los alimentos, el alza no beneficia al campesino productor, puesto que los intermediarios le pagan por sus productos precios miserables, siendo ellos los beneficiarios. En el caso de los combustibles, las empresas consorciadas en el gas de Camisea nos cobran precios internacionales por el gas que se produce en territorio nacional, acumulando inmensas ganancias.

Es conveniente indicar, que, como parte del Boicot económico al país, por parte de los empresarios, observamos con sospecha, las paralizaciones de la producción que se vienen dando en las empresas mineras, o mediante la creación de conflictos internos y externos, en el entendido que nuestro régimen económico impuesto por el poder económico y la derecha, que han convertido nuestra economía en exportadores de materia prima, y al paralizar la producción minera, buscan quebrar la fuente de ingreso del país, y que ha sido denunciado en el semanario “Hildebrandt en sus 13” la semana pasada; aunado a ello la mayoría opositora en el Congreso enemigo, del Presidente popular Pedro Castillo y que viene buscando desestabilizar el país mediante el cuestionamiento de los Ministros designados por el ejecutivo, dación de leyes anticonstitucionales, el paquetazo ante laboral.

Frente a esta grave situación, la CGTP exige al Presidente de la República y al Ministro de Economía se desarrolle política que estabilice el tipo cambio monetario y se destituya a Julio Velarde de la Presidencia del BCRP; se investigue y sancione a los especuladores quienes con el argumento de la libertad del mercado, vienen generando incremento de los precios de los bienes de primera necesidad, en particular de los alimentos; se declare la especulación como delito de lesa humanidad, pues atenta contra la ciudadanía, condenándola al hambre y la miseria.

Las fuerzas de derecha han manifestado, públicamente, que si hay control de mercado el país se hundirá en la anarquía y el caos. La clase obrera, los trabajadores le decimos al Presidente de la República que la única posibilidad de evitar la anarquía y el caos que prepara la derecha es sancionado drásticamente a los especuladores.

Frente a la ofensiva brutal de las derechas, contra toda forma de gobierno democrático, sólo queda enfrentarla con actos de gobierno que pongan freno, que detengan esa ofensiva; y esos actos de gobierno deben tener como objetivo la movilización de la población para detener los fascistas que ya sacaron su zarpa detrás de los grupos paramilitares que ni la Policía, ni el Ministerio del Interior, ni el Ministerio de Justicia se atreven a detener.