Primero de Mayo: la clase trabajadora se movilizó en defensa de sus derechos

La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) lideró una significativa movilización a nivel nacional este 1 de mayo, en conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores. A lo largo y ancho del territorio nacional, la clase trabajadora se manifestó reivindicando la histórica conquista de la jornada laboral de ocho horas y honrando el legado de lucha de los mártires de Chicago.

Este año, la movilización adquirió una fuerza renovada, impulsada por la inquebrantable determinación de la clase trabajadora por el respeto irrestricto a los derechos laborales conquistados y la impostergable necesidad de acceder a un trabajo digno, garantizando justicia y la plena solvencia de sus necesidades.

En la capital, la movilización inició en la Plaza 2 de Mayo a las 11 de la mañana, con una participación que rebasó los 10,000 trabajadores. La marcha se dirigió hacia el Palacio de Gobierno, logrando alcanzar la sede del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), donde se rechazó el «shock desregulatorio» impulsado por este ministerio, que no es otra cosa que el desmantelamiento de derechos sociales y laborales fundamentales, obtenidos tras años de lucha.

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La CGTP ha venido denunciando la amenaza del MEF de derogar decretos supremos clave para la dignidad y seguridad laboral. Por un lado, pretenden derogar el Decreto Supremo 001-2022-TR, que limita la tercerización laboral a las actividades no esenciales o nucleares de una empresa. Esta normativa fue una conquista fundamental para frenar el uso abusivo de esta figura por parte de malos empresarios, quienes, al tercerizar indebidamente, exponen a sus trabajadores a la precariedad, la inestabilidad, y a graves riesgos para su salud y vida. Su derogación significaría un retroceso inaceptable y la profundización de la explotación.

Por otro lado, se busca anular el Decreto Supremo 014-2022-TR, una norma que reivindica y restituye el derecho a la libertad sindical, la negociación colectiva y la huelga. Estos derechos fundamentales, que son pilares de la organización y defensa de la clase trabajadora, fueron conculcados y severamente recortados durante la dictadura fujimontesinista precisamente para favorecer a aquellos intereses empresariales que daban soporte político y económico a dicho régimen. Derogar esta norma implicaría un golpe directo a la capacidad de los trabajadores para organizarse y luchar por mejores condiciones, debilitando drásticamente el poder de negociación colectiva frente a la arbitrariedad patronal.

Durante esta movilización, se exigió categóricamente el respeto irrestricto a los derechos laborales y la mejora sustancial de salarios y condiciones de trabajo. La participación masiva de contingentes de diversos sectores laborales —incluyendo construcción civil, salud, educación, obreros municipales, banca, finanzas, saneamiento, trabajadoras del hogar, industria manufacturera, comercio y vigilancia, así como trabajadores del sector público y privado en general— demostró la unidad forjada por la clase trabajadora en defensa de sus intereses comunes.

La CGTP, consecuente con su legado histórico y principios fundacionales, reafirmó su compromiso inquebrantable con la defensa de los derechos laborales y la construcción de una sociedad mejor. La movilización del 1 de mayo es la prueba contundente de que la unidad y la conciencia de clase constituyen la fuerza motriz de nuestro movimiento.

¡Por un trabajo digno, la clase obrera no se rinde!